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martes, 31 de enero de 2017

El penúltimo servicio de Monchi

sevillafc.es

Monchi se irá. Este año o cuando a bien quiera el destino. Pero, asumámoslo. Sin dramatismos. Se irá. Cuando sea. A descansar junto a los suyos o a descubrir nuevos mundos. Duele solo de pensarlo, sí, pero hace mucho tiempo que se ganó el derecho a hacer o deshacer por más que nos desgarre el alma imaginarle en los brazos de otra. Quizá ese es nuestro problema; el problema del sevillismo. Exigente y desconfiado por naturaleza hasta el extremo de llegar a dudar del mayor generador de ilusiones de la historia del club. De Monchi se han dicho muchas cosas desde el pasado verano, y su respuesta -más allá de velados mensajes en las redes sociales- ha sido trabajar a destajo y sin reloj por el club de su vida: el Sevilla FC. Fíjense en su actuación en este último periodo de contrataciones: primero Lenglet, luego Jovetic y finalmente Walter Montoya. Los tres con el cartel de último fichaje de la 'era Monchi'. Puede ser que sea así -eso solo lo sabe él y su entorno más cercano-, pero a veces nos olvidamos de que su papel dentro del club va mucho más allá de la mera incorporación de jugadores.

Porque ahora llega el momento clave de la temporada. E intuyo, sin temer a poner una mano en el fuego, que Monchi no se va a marchar del Sevilla FC dejando cabos sueltos. Enterémonos de una vez: Monchi ama al Sevilla FC. Y el día que se vaya será por el desgaste lógico que supone mezclar trabajo y pasión. "El Director Deportivo se ha comido a la persona", ha señalado en multitud de ocasiones. ¿Pero alguien le ha visto desmoronarse? Monchi es humano, aunque nos empeñemos en situarle diariamente en el olimpo de los dioses, y, por lo tanto, está en su derecho de tener otras expectativas. Pero, mientras defienda estos colores, que nadie dude ni un segundo de que va a hacerlo con todas sus fuerzas. Aunque escaseen. Aunque públicamente haya reconocido que está agotado. En mi vida vi a alguien como él dentro del mundo del fútbol. Quizá de ahí su éxito; quizá de ahí su propia desdicha. Monchi es un ser autodestructivo. Tanto en la victoria como en la derrota. Porque, enterémonos, siente al Sevilla FC como si hubiera nacido en el corazón de Nervión. Porque cuando el Sevilla FC gana ya solo piensa en el siguiente partido y cuando pierde cruza el puente de San Bernardo como si se hubiera quedado solo en este mundo. Y todavía hay quien duda de él. 

Olvídense de que el trabajo de Monchi ha concluido una vez cerrado el mercado de fichajes. Ahora llega su labor más silenciosa. La más oscura. Pero la más importante probablemente: estar muy cerca de los futbolistas y del cuerpo técnico en el tramo decisivo de la temporada. Hacerles sentir qué es el Sevilla FC. Y nadie mejor que él dentro del club para inculcar esos valores. Monchi ha llorado por este escudo en aquellos desangelados vestuarios de Oviedo. Recuérdenlo siempre: ha llorado. Y ha sufrido mucho más que ha disfrutado en todos estos años como Director Deportivo. Monchi es lo que se ve, pero sobre todo lo que no se ve. Capaz de entender y gestionar las necesidades vitales del futbolista, de entregarle un entorno apropiado para que consiga un rendimiento óptimo. En definitiva, capaz de humanizar el fútbol, un mundo donde las personas, casi siempre, dejan de serlo para convertirse en mercancías. Y en eso quiere convertir alguno a Monchi. En un producto cualquiera con destino a Roma, París o quién sabe dónde. Señores, el día que Monchi falte nos daremos cuenta de su gigantesca incidencia dentro del vestuario del Sevilla FC. Una labor incluso más trascendente que su capacidad para traer a jugadores y convertirlos en hombres. 

twitter: @cmsanchezt





6 comentarios:

  1. Grande monchi vamos mi sevilla campeón

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  2. Grande monchi vamos mi sevilla campeón

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  3. Monchi, no te vayas nunca , pf.

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  4. Dónde vas a estar mejor que aquí León?, si eres el rey de esta bendita sábana. Nosotros te queremos tanto como tú a nosotros, y eso es lo que te retiene a nuestro lado, a lo cual doy gracias a Dios por ello. Monstruo!

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  5. Perdón, quise decir sabana

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  6. que se vaya donde quiera pero la milonga del cansancio no se la cree ni él. ya ha declarado en madrid, donde se le suelta la lengua por cierto, que quiere intentar en otro sitio lo hecho en el sevilla. está en su derecho, pero ya basta de marear a la gente y hacerse la victima. que vaya de cara y con la cláusula por delante, los contratos (y la palabra) están para cumplirlos. nadie está por encima del club, ni siquiera monchi. basta de culebrones: cláusula o a currar hasta 2020

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